Si ya has escuchado hablar sobre esta intervención, te debes estar preguntando si la blefaroplastia duele, ¿verdad? Para comenzar es importante resaltar que este procedimiento trae grandes beneficios tanto a nivel físico como de salud visual ya que mejora la calidad de vida del paciente mediante una ampliación de su campo de visión.
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Por otro lado, esta cirugía evita la fatiga ocular causada por la caída de párpados y rejuvenece la zona de los ojos.
Definitivamente no. Se pueden presentar ciertas molestias pero el procedimiento es muy sencillo y la recuperación es rápida si se tienen en cuenta las indicaciones pertinentes. En todos los casos se utiliza anestesia local para que el paciente no sienta nada durante el procedimiento e incluso hay quienes prefieren que los duerman por completo para no percibir nada.
El proceso de recuperación también es indoloro, pero es completamente normal sentir algunas molestias alrededor de los ojos, sobre todo el primer día. Puedes presentar dolores leves pero si estos se agudizan, no dudes en acudir a tu cirujano.
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Cabe aclarar, que cada paciente es un mundo diferente y que su recuperación y grado de dolor también depende de qué tanto se cuide después de la intervención. Aquí te dejamos algunos consejos para que tu incomodidad post quirúrgica sea mínima.
- Guarda reposo, sobre todo los primeros 3 días. Puedes caminar y moverte suavemente pero evitar movimientos fuertes o lugares calientes como la cocina.
- No alces mucho peso, esto puede tensionar la zona operada.
- Más vale ser prevenidos, así que para que tu recuperación sea más rápida anticipa tus responsabilidades con tiempo. Es decir, deja listo el mercado que necesites, pídele a un familiar/amigo que te ayude con ciertos oficios y deja todo organizado de tal manera que te puedas centrar en tu recuperación sin ningún tipo de esfuerzo extra.
- Pregúntale anticipadamente a tu cirujano qué necesitarás para cuidarte después de la cirugía de párpados caídos. Así evitarás malgastar tu tiempo y tu energía una vez te hayas operado.
- Protege tus ojos de la luz del sol y de otros elementos como el viento. Para ello, es indispensable usar gafas de sol con monturas que cubran tus ojos por los lados.
- Aplícate bloqueador solar en todo el rostro, en especial, alrededor de los ojos si vas a salir.
- Si vas a ver televisión, leer o revisar el celular, hazlo con moderación. Las luces o el sobreesfuerzo en los ojos durante estos días, puede causarte molestias, así que deja de lado la revisión de correos y esa serie que habías comenzado a ver.
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- ¿Te gusta dormir? Hazlo sin remordimiento. Al dormir aceleras tu recuperación y la cicatrización de las fisuras.
- Eleva tu cabeza mientras duermes para aliviar la hinchazón.
- Pon compresas frías encima de tus ojos para reducir la inflamación.
- Lava tus ojos con suero fisiológico y aplica frío en los párpados para reducir las molestias.
- Aplica gotas en los ojos para humectarlos y así prevenir la sequedad ocular.
- Solo aplica ungüentos que hayan sido recomendados por tu médico. Estos ayudan a mantener lubricados los ojos.
- Usa gasas estériles y úntalas con una infusión de manzanilla para calmar la comezón.
- Evita las actividades que aumenten la presión en tu cabeza (agacharse, dormir boca arriba, levantar mucho peso). La tranquilidad hace que cicatrice mejor, así que evita el estrés al máximo.
En conclusión, la blefaroplastia no debe ser dolorosa, ya que es un procedimiento sencillo que requiere de anestesia local y su recuperación es muy rápida si los primeros días se tienen los cuidados indicados. Si quieres resolver más dudas, agenda una cita de valor sin costo para tu blefaroplastia para obtener un procedimiento seguro y efectivo.