Si tus ojos han sentido cansancio, picazón o sequedad sin razón aparente, la respuesta podría estar en las afecciones oculares comunes. Un tipo de patología en la vista que puede presentarse de forma inofensiva o como señal temprana de problemas más serios. Sin embargo, la diferencia entre ambas situaciones no siempre es fácil de notar.
Si bien es posible que aún no los hayas experimentado, es probable que en algún momento de tu vida lo hagas: todas son de gran incidencia en la población. Por lo que es importante conocerlas y saber cómo abordarlas.
Por eso, hemos creado esta guía definitiva de síntomas y tratamientos de problemas oculares. ¡Léela hasta el final y compártela!
Afecciones oculares comunes: errores de refracción
Si tienes miopía no puede ver objetos lejanos con nitidez. Ocurre cuando la luz que ingresa a tu ojo se enfoca delante de la retina, en lugar de sobre ella. Esto a razón de que el globo ocular es demasiado largo o que la córnea tiene una curvatura muy pronunciada.
Suele progresar con el tiempo, especialmente durante la infancia y la adolescencia. Por eso, son importantes los exámenes oculares regulares para controlar su progresión.
La reconoces por estos síntomas:
La hipermetropía es la dificultad de ver objetos cercanos. Sucede cuando la luz que ingresa a tu ojo se enfoca detrás de la retina, en lugar de sobre ella. Y la razón puede deberse a que tu globo ocular es demasiado corto o que tu córnea tiene una curvatura demasiado aplanada. En resumen: lo opuesto a lo que sucede con la miopía.
La mayoría de las personas nacen con hipermetropía y lo superan en la niñez. Cuando persiste y no recibe tratamiento, puede transformarse en una patología severa capaz de provocar, en algunos casos, estrabismo u ojo perezoso, incluso llegando a tener problemas para leer.
Estos son los síntomas oculares que debes vigilar:
Se trata de un defecto refractivo que provoca visión borrosa en todas las distancias, es decir, tanto para ver de cerca como de lejos. Ocurre cuando tu córnea o cristalino tienen una forma irregular, en lugar de una redonda, generando una visión distorsionada.
Si reconoces estos síntomas oculares, visita a un oftalmólogo:
Si experimentas alguno de los síntomas mencionados, ve a un oftalmólogo para que sea él quien determine si tienes o no errores de refracción mediante un examen completo, el cual consiste en ver letras de lejos y de cerca. Asimismo, podrá dilatar tus pupilas y detectar si tienes otras afecciones oculares comunes.
Generalmente, los errores de refracción suelen ser leves y corregibles. En algunos casos se necesita el uso de lentes oftálmicos divergentes (para miopía) o convergentes (para hipermetropía) o cilíndricos (para astigmatismo) para arreglar estos problemas de la forma más segura y sencilla.
También es posible optar por la cirugía láser para cambiar las malformaciones en la córnea y corregir el problema en tu salud ocular, consiguiendo una tasa de éxito generalmente alta.
También se le conoce como ojo rojo y llega por una inflamación de la conjuntiva, la membrana transparente que recubre la parte blanca de tu ojo y la parte interna del párpado.
Dicha inflamación puede ser causada por una infección bacteriana, alérgica o viral.
Esta última es la más común y contagiosa: la contraes si tienes contacto directo con los ojos de una persona infectada o con superficies contaminadas con el virus. Por ello, se le considera una de las afecciones oculares más comunes.
Aquí sus síntomas oculares:
Eso que todos hemos experimentado no es más que una infección bacteriana inofensiva que afecta a las glándulas sebáceas que se encuentran en los párpados y que son las responsables de producir una secreción oleosa que ayuda a mantener la salud de los ojos.
Aunque suele desaparecer por sí solo en unos días o semanas, es importante ir con un oftalmólogo si no muestra signos de mejora, si es muy doloroso o si está acompañado de otros síntomas como fiebre o visión borrosa.
Aquí los síntomas oculares del orzuelo
Hablamos de una inflamación de la córnea, la capa transparente que cubre la parte frontal del ojo. Puede ser causada por bacterias, virus, hongos o parásitos, por exposición a sustancias nocivas como el cloro o los vapores, por sequedad ocular o por traumatismos oculares.
Si experimentas algunos de los síntomas oculares, necesitas atención médica inmediata:
El tratamiento para cada infección ocular depende del tipo de infección que sufres, así como de su severidad y las características individuales que puedas presentar. En cualquier caso, un oftalmólogo especialista te evaluará y determinará lo más adecuado para ti.
Si tienes una visión borrosa y nublada, similar a la que se experimenta al mirar a través de un cristal empañado, podrías estar sufriendo cataratas. Una opacidad en la transparencia normal del cristalino, la lente natural del ojo que ayuda a enfocar la luz sobre la retina.
Aparecen a razón del envejecimiento natural del ojo que viene con la edad, pero también por factores genéticos, el uso prolongado de ciertos medicamentos, enfermedades como la diabetes o la obesidad, la exposición prolongada a la radiación ultravioleta.
Los síntomas oculares que genera son:
Es conocido como una enfermedad crónica que afecta al nervio óptico, responsable de transmitir la información visual desde el ojo al cerebro. Se caracteriza por un aumento de la presión intraocular, lo que puede dañar gradualmente el nervio óptico y provocar una pérdida de visión irreversible si no lo tratas a tiempo.
Los síntomas del glaucoma pueden variar según el tipo y la etapa de la enfermedad. Sin embargo, en las etapas iniciales, el glaucoma no genera molestias o síntomas evidentes. Esto hace que sea especialmente peligroso, ya que la pérdida de visión puede ocurrir sin que lo percibas.
A medida que el glaucoma progresa, estos son los síntomas oculares que notarás. Si los identificas, corre de inmediato a un especialista:
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Si eres mayor de 40 años y sientes que tu vista no tiene la nitidez que solía, es posible que te enfrentes a la presbicia. Una condición visual que provoca dificultad para enfocar objetos cercanos, como leer un libro o usar un teléfono celular, y que aparece con la edad.
Su causa principal es el envejecimiento del cristalino, la lente natural del ojo que ayuda a enfocar la luz. Con el tiempo, este se vuelve menos flexible y pierde su capacidad de enfocar objetos cercanos.
Checa los síntomas oculares de la presbicia:
La degeneración macular es una enfermedad que afecta la mácula, responsable de la visión central, que es necesaria para realizar actividades como leer, conducir y reconocer rostros. Esta condición es progresiva y una de las principales causas de pérdida irreversible de visión en adultos mayores de 50 años.
La enfermedad avanza lentamente y sin dolor, por lo que un seguimiento médico podría detectarla de forma temprana. Aquí sus síntomas oculares, si experimentas los últimos cuatro, busca atención especializada:
Hablamos de cuatro afecciones oculares comunes cuyo tratamiento dependerá de cómo se desarrolla en tu caso. Por ejemplo, para el glaucoma se recetan medicamentos y/o diferentes procedimientos quirúrgicos para los casos más avanzados o cuando los medicamentos no son efectivos.
La presbicia, por su parte, es más inofensiva y se trata con el uso de lentes bifocales, trifocales o progresivas que pueden ayudar a corregir la pérdida de enfoque cercano asociada con esta enfermedad. Para casos más avanzados, es posible optar por cirugía.
En cuanto a las cataratas, la única forma efectiva de tratarlas es mediante la extracción quirúrgica del cristalino opaco y su reemplazo por una lente intraocular artificial. Es un procedimiento común que generalmente se realiza de forma ambulatoria.
Para la degeneración macular no existe cura definitiva, pero hay tratamientos que ayudan a frenar sus avance, como terapia con láser o inyecciones intraoculares de fármacos anti - vasculares.
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