Antes de contarte cuál es el tratamiento para el glaucoma, te contamos que uno de sus síntomas es la pérdida paulatina de la visión. Esto se debe a que el nervio óptico que se encuentra en la parte posterior del ojo se ve afectado. Por suerte, existen varios tratamientos para detener o disminuir sus síntomas y por esta razón es muy importante detectarlo a tiempo con un especialista en el tema.
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Antes de iniciar a tomar medicamentos o aplicar gotas para tratar el glaucoma, es importante que le cuentes a tu oftalmólogo si tomas otros medicamentos, suplementos o vitaminas ya que sus efectos/efectividad se pueden ver interrumpidos si inicias un nuevo tratamiento.
La primera alternativa que se evalúa para tratar el glaucoma son las gotas o pastillas. Estas ayudan a que haya menos líquido en los ojos y drene mejor, de esta manera bajan su presión. ¡OJO! No te automediques ni compres gotas a la ligera en la farmacia. Primero saca una cita con un especialista pues algunas veces las gotas de los ojos pueden interferir con la manera en que los otros medicamentos funcionan.
En segundo lugar, sigue al pie de la letra las indicaciones del oftalmólogo en cuanto a la frecuencia y la manera en que debes usarlas. En algunos casos las gotas producen efectos secundarios como leves dolores de cabeza, pero es muy poco frecuente.
Es muy común que se formulen gotas para tratar el glaucoma ya que reducen la presión en el ojo y previenen el daño al nervio óptico. Si no ves una mejora inmediata, no dejes de lado el medicamento. Es clave ser paciente y constante pues muchas personas con glaucoma dejan de usarlas, ya sea por olvido o por escepticismo, y detienen los efectos positivos que se habían logrado.
Sin embargo, ten en cuenta que las gotas no curan del todo al glaucoma, lo que hacen es detener sus efectos e impiden que tu visión empeore. Úsalas siguiendo las indicaciones que se te den ya que de lo contrario tu vista estará en riesgo.
Estas son algunas gotas que ayudan a drenar el líquido del ojo para que no pierda su capacidad de ver bien:
Óxidos nítricos, como latanoprostene bunod (Vyzulta)
Prostaglandinas, como latanoprost (Xalatan), travoprost (Travatan Z), tafluprost (Zioptan) y bimatoprost (Lumigan)
Agentes mióticos o colinérgicos, como pilocarpina (Isopto Carpine)
Inhibidor de la rho quinasa, como netarsudil (Rhopressa)
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Hay otros tipos de gotas que se usan para tratar el glaucoma ya que reducen la cantidad de líquido que se produce en el ojo:
Bloqueadores beta, como timolol (Betimol, Istalol, Timoptic) y betaxolol (Betoptic)
Agonistas alfa-adrenérgicos, como apraclonidina (Iopidina) y brimonidina (Alphagan P, o Qoliana)
Inhibidores de la anhidrasa carbónica, como dorzolamida (Trusopt) y brinzolamida (Azopt)
Ten presente que si los tratamientos para el glaucoma se hacen en la primera fase, retardan su progreso. Así que si tienes dudas, no dejes pasar mucho tiempo y consulta a un especialista.
Algunos medicamentos causan efectos secundarios, pero es muy raro que esto suceda.
Trabeculoplastia con láser:
Dentro de los tratamientos para el glaucoma no podemos descartar la trabeculoplastia. Si bien no es la cura definitiva, esta cirugía láser ayuda a que drene el líquido del ojo y el especialista te la puede sugerir en cualquier momento.
¿En qué consiste? Te deben ubicar al frente de la máquina láser, luego el oftalmólogo sostendrá un lente especial delante de tu ojo para que un rayo de luz de alta intensidad se refleje en la malla dentro de este. El láser ayudará a que se agranden las aperturas de filtración en la malla y de esta manera, se evita la acumulación del líquido.
Ten en cuenta que si tienes glaucoma en ambos ojos, solo puedes operarte uno por día y luego de varios días o incluso semanas puedes proceder a operarte el otro.
Esta cirugía funciona muy bien para reducir la presión en algunos pacientes. Sin embargo, debes seguir el tratamiento adicional y medicamentos que te sugiera el cirujano ya que en algunos casos los resultados pueden desaparecer con el tiempo.
Cirugía convencional:
Puedes acudir a este tratamiento para el glaucoma cuando los medicamentos y la cirugía láser no lograron controlar muy bien la presión del ojo.
¿En qué consiste? Tu oftalmólogo te pondrá unas inyecciones pequeñas alrededor del ojo para adormecerlo, luego te quitarán un pedazo pequeño de tejido del ojo para crear un nuevo canal por el cual drene el líquido.
Al igual que la cirugía láser, la cirugía convencional se hace primero en un ojo y luego en el otro después de cuatro a seis semanas. Su efectividad es de un 60 a 80 % y en algunos casos es necesaria una segunda operación.
En conclusión, antes de definir cuál es el mejor tratamiento para el glaucoma en tu caso, es fundamental que no te apresures y agendes una cita particular en Clofán para obtener un diagnóstico acertado y de esta manera, poder precisar cuál es la mejor opción para ti.