Problemas visuales en niños pequeños: 10 señales de alerta

Ser padres nos convierte en detectives innatos. Desciframos señales particulares para comprender qué necesitan o quieren nuestros hijos. Aprendemos a identificar su comportamiento cuando tienen hambre, gases, dolor… Pero, ¿sabías que también puedes detectar enfermedades visuales a través de ellas? Es probable que no.

Hacerlo te ayudará a saber (a tiempo) cuando hay problemas visuales en tus niños, garantizando su desarrollo óptimo y bienestar general a corto y largo plazo. No lo olvides: cuando un niño no ve bien, se compromete su calidad de vida.

Por eso, hemos preparado esta guía con 10 señales de alerta que podrían indicar que algo anda mal en la salud ocular del pequeño. Si observas en él alguna de ellas, no te alarmes: llévalo con un especialista en oftalmología y deja todo en manos de su experiencia. Es una buena edad para corregir cualquier problema.

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¿Por qué es importante detectar a tiempo los problemas visuales en niños pequeños?
Identificar a tiempo las señales de alerta ante problemas de la vista es clave para proporcionar el tratamiento adecuado y evitar dificultades mayores en el futuro. Toma en cuenta que:

● Los niños pequeños no siempre pueden comunicar verbalmente que tienen
problemas para ver, mucho menos si son bebés.
● La visión juega un papel crucial en el desarrollo del cerebro, el lenguaje y las
habilidades motoras.
● Influye en su rendimiento escolar e interacción social.
● Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden prevenir problemas de aprendizaje y otras complicaciones a largo plazo, por ejemplo, el tratar a tiempo enfermedades degenerativas.

10 señales de alerta que no debes ignorar
Antes de comenzar a enumerar las señales de alerta es importante que sepas que tu bebé alcanza un nivel de desarrollo total de su sentido de la vista entre el año y los tres años de edad. Antes de eso, pasará por distintas etapas en las que logrará distinguir formas, colores, enfocar, tener la sensación de profundidad y otras. Las visitas periódicas a tu pediatra en esta etapa podrán determinar si la vista de tu pequeño se está desarrollando con normalidad.
Ahora sí, veamos las señales a las que debes prestar atención:

1. Entrecierra los ojos y frunce el ceño con mucha frecuencia
Hacerlo cuando hay mucha luz o está expuesto directamente al sol es perfectamente
normal. Pero si tu hijo hace esto con mucha frecuencia y en condiciones normales, será
ideal que lo lleves a consulta dado que es probable que presente algún defecto de
refracción y necesite lentes que mejorarán su vista.

2. Tener dificultad para seguir objetos con la mirada
Desde el nacimiento, aunque su vista sea inmadura y no distingan detalles, los bebés tienen
la capacidad de fijar la mirada en su madre y esto poco a poco se va afinando. Es una señal
de alerta si a partir de los tres o cuatro meses de edad tu bebé no sigue objetos con la
mirada y no fija la vista en personas u objetos llamativos. Si es algo pasajero quizá solo es
señal de cansancio, pero si es persistente, llévalo a consulta.

3. Acercarse demasiado a las pantallas, libros u otros objetos
Esta puede ser una señal clara de miopía (defecto de refracción que dificulta ver de lejos).
Si notas esta señal en tu hijo, llévalo a consulta médica. Otro posible síntoma de miopía es
que, estando ya en edad escolar, te reporte que no logra ver bien lo que está escrito en el
pizarrón.

4. Se frota mucho los ojos
Esto puede indicar que sufre de alguna incomodidad en los ojos o que tiene la vista
cansada. Si ocurre con mucha frecuencia, es probable que tu niño sufra de sequedad
ocular, irritación, o algún defecto de refracción como astigmatismo, hipermetropía o miopía.
Llévalo cuánto antes a un especialista para que con el tratamiento su incomodidad
desaparezca.

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5. Quejarse de dolores de cabeza
Cuando un niño sufre de dolores de cabeza con frecuencia es vital consultar con su
pediatra, y es muy posible que este lo remita con un oftalmólogo para descartar problemas
visuales en niños como miopía, astigmatismo e hipermetropía. En ocasiones, el dolor de
cabeza por esta causa puede venir acompañado de mareo, náuseas y vómito.

6. Inclinar la cabeza para ver mejor y/o quejarse de tortícolis
Quizá te sorprenda que la tortícolis pueda ser síntoma de problemas visuales en niños y,
pues, así es. Cuando un niño inclina la cabeza para ver mejor es probable que esté tratando
de compensar una desviación ocular, y por eso se presenta el dolor en el cuello. Aquí
puedes estar presente de un nistagmo u ojos temblorosos o de estrabismo o desviación de
un ojo.

7. Tener sensibilidad extrema a la luz
Encandilarse al salir de repente al sol es completamente normal, pero si notas que tu hijo es
mucho más sensible a la luz que sus hermanos u otros niños, es muy problema que sufra
de alguna patología de la vista. Entre las posibilidades están: ojos secos, conjuntivitis,
alergia ocular, blefaritis, uveítis o retinoblastoma.

8. Tener un ojo desviado o con movimientos anormales
Si bien es común que los ojos de los bebés se desvíen ocasionalmente (presbicia) antes de
los 4 meses, cualquier desviación persistente hacia adentro o hacia afuera (que sus ojos
estén descoordinados) después de esa edad debe ser motivo de consulta con tu pediatra.

9. No logra aprender a leer

Si notas que a tu hijo se le ha hecho más difícil que al resto de su clase el aprender a leer,
es posible que la razón sea un problema de la vista. Un niño que no cuente con una visión
nítida, estará en aprietos ante actividades como la lectura, el dibujo, la escritura, entre
otras. Apenas lo notes, llévalo a consulta para un examen de la vista completo.

10. Cierra o se cubre un ojo para ver bien
Esto puede ser síntoma de diplopía (visión doble) o estrabismo. Si notas que este
síntoma es recurrente, llévalo de inmediato a consulta con un médico oftalmólogo. La
atención temprana evitará que la patología se desarrolle.

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