Ninguna evaluación visual que hagamos nosotros mismos en casa podría sustituir una consulta con un profesional en salud visual. Sin embargo, aquí te damos tips que podrían serte de utilidad para establecer que posiblemente algo pasa con tu visión.
Chequea tus síntomas.
- Si experimentas ardor o picazón excesiva, posiblemente estás frente a un cuadro de déficit en la lubricación ocular, ojo seco o ante una alergia. Si los síntomas son recurrentes debes consultar al oftalmólogo. Además, evita ante todo automedicarte o aplicarte alguna gota que posiblemente le fue útil a algún familiar con síntomas similares.
- Si tienes síntomas de cansancio visual, asociado a dolores de cabeza mientras realizas actividades visuales y si, además se te dificulta concentrarte, pierdes constantemente el renglón o te da sueño al poco tiempo de estar leyendo, puedes tener problemas en los músculos oculares o dificultades de enfoque que requieran de tratamiento. Algunas veces estos problemas se corrigen con el uso de lentes, pero muy comúnmente con ejercicios de ortóptica o terapia visual.
- La molestia excesiva a la luz o la necesidad de cerrar un ojo frente a luces fuertes puede ser síntoma de alguna desviación o estrabismo ocular.
- Los defectos de refracción ocular como miopía, hipermetropía y astigmatismo pueden producir visión borrosa y cansancio en actividades visuales.
Miopía: Produce visión borrosa de lejos, en sus fases iniciales solo objetos muy lejanos aparecen borrosos y en la gran mayoría de casos un ojo suele ver un poco menos que el otro.
Astigmatismo: Existen muchos tipos de astigmatismos. Sin embargo, es característico del astigmatismo el rápido cansancio en actividades de concentración visual. Incluso, en el astigmatismo los bordes, los objetos y en especial las letras lejanas parecen desenfocadas como si estuvieran dobles.
Hipermetropía: No siempre produce visión borrosa, pero en la hipermetropía los ojos hacen un esfuerzo mayor de enfoque en la visión cercana, lo que produce cansancio, aversión a las tareas próximas, enrojecimiento ocular y de los párpados.
Es importante que constantemente cheques tu nivel de visión o agudeza visual. Te enseñamos.
- Coloca una imagen con detalles finos (letras, contornos, imágenes definidas) a una distancia lejana idealmente de más de 6 metros.
- Tápate un ojo sin oprimirlo (puedes utilizar una hoja de papel) y verifica sus contornos, su nitidez y su definición.
- Luego repite el procedimiento con el otro ojo. Las imágenes se deben ver similares, si notas una diferencia significativa en tamaño, nitidez o color, posiblemente tengas algún defecto de refracción que requiera ser corregido con el uso de lentes.
También es importante chequear la visión cercana con letras pequeñas (insertos de medicamentos).
- Tápate un ojo, ubica el texto a unos 30 centímetros y asegúrate de si es posible leerlo.
- Luego acércalo hasta el punto más cercano en que se vea nítido y mide la distancia.
- Repite el procedimiento con el otro ojo y verifica que el tamaño de la imagen sea similar, así como la nitidez, y que la distancia más próxima a la que puedes leer el texto sea muy similar entre los dos ojos.
Recuerda, tu salud visual debe ser una prioridad y de ti también depende que tu visión esté saludable.
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