¿Recuerdas la primera vez que fuiste al odontólogo? Para muchas personas se trata de un ejercicio de memoria poco agradable. El ruido del taladro, las luces intensas frente a tu cara, la inmovilidad en la silla… es posible que esas y otras sensaciones hicieron que para siempre tuvieras poco entusiasmo a la hora de ir a revisar tu dentadura. ¿También tienes recuerdos de tu primera consulta oftalmológica? ¿Cómo fue? ¿Eras pequeño o no revisaste tus ojos, sino hasta la adolescencia o adultez?
En este artículo queremos darte algunos tips para que cuando lleves a tu hijo por primera vez a chequear su vista, la visita sea agradable y fluya productivamente.
Te explicaremos paso a paso cómo preparar a tus niños para ir al oftalmólogo y que conserve de la experiencia un bonito recuerdo, de modo que ir a los chequeos se convierta para él sin dificultad en un hábito de vida. ¡Comencemos!
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Primero lo primero: ¿cuándo se debe realizar la primera consulta oftalmológica?
Desde que nacen, los ojitos de tu bebé están siendo examinados por su pediatra en las consultas periódicas. A menos que tu niño muestre signos de alguna patología específica o alguna señal de alerta, este tipo de revisiones será suficiente.
La Academia Americana de Oftalmología y la Asociación Americana de Oftalmología Pediátrica y Estrabismo tienen como recomendación general llevar a los niños a hacer una primera prueba de agudeza visual entre los 3 y 5 años de edad, cuando los pequeños ya son capaces de leer una tabla optométrica. Esto permitirá detectar defectos de refracción como miopía, hipermetropía o astigmatismo.
También recomienda un examen oftalmológico completo si el niño falla en la prueba de visión, o si presenta síntomas como problemas de rendimiento escolar, se queja de dolores de cabeza recurrentes, es muy sensible a la luz, entre otros.
En este tipo de test, entre otras cosas, se le aplicarán al niño gotas en los ojos para dilatar su pupila, lo cual puede generar cierta incomodidad, por eso será vital usar estrategias para aminorar al máximo su ansiedad o estrés. ¿Cómo hacerlo? Veamos.
Niños en el oftalmólogo: Paso a paso para su primera visita
Demos un vistazo a algunas recomendaciones a tomar en cuenta de cara a la primera consulta oftalmológica de tu pequeño.
Paso 1: habla con tu hijo sobre la consulta
- Explica a tu niño de qué se trata la consulta de una manera simple y positiva. Hazlo con normalidad, de la misma manera que le dirías que van a visitar a un amigo o que van al supermercado. Es muy importante que no le mientas.
- Puedes decir algo como: "Vamos a ver a un doctor especial que te ayudará a ver mejor". Muéstrale la parte divertida: “Te pondrá unos lentes muy chistosos” o “Tendrás que ver lo que hay dentro de unos aparatos muy extraños”.
- Habla sobre lo que sucederá durante la consulta. Explica que el doctor le hará algunas preguntas, mirará sus ojos y podría usar una luz especial.
- Déjale claro que no hay nada que temer. Asegúrale que estarás a su lado durante toda la visita.
Paso 2: antes de salir
- Vístelo con ropa cómoda.
- Lleva un juguete o cualquier objeto familiar cuya compañía le haga sentir bien (una manta, un peluche…). Esto puede ayudar a tu hijo a sentirse más cómodo en un entorno nuevo.
- Prepárate para posibles retrasos. Las citas médicas pueden demorarse, así que ten paciencia y lleva algunas actividades para entretener a tu hijo o quizá un bocadillo.
Paso 3: durante la consulta
- Mantén una actitud positiva y tranquila. Recuerda que tu hijo se dará cuenta de tu estado de ánimo y eso lo hace sentir o no seguro. Si eres tú quien siente ansiedad, tómate un momento para respirar y estabilizarte.
- Responde honestamente a las preguntas del doctor. Proporciona información precisa sobre el historial médico de tu hijo y cualquier inquietud que tengas sobre su visión.
- Permite que tu hijo interactúe con el doctor. Esto le ayudará a sentirse más cómodo y a establecer una relación de confianza. A fin de cuentas, es él el paciente.
- Si tu niño se muestra renuente o manifiesta incomodidad evidente en cualquier momento de la visita, dale un break, pídele que respire y ofrécele calma. No invalides lo que siente. No te preocupes por el médico, él está acostumbrado a este tipo de situaciones y seguro te ayudará con herramientas para gestionar su estado de ánimo.
Paso 4: después de la consulta
- Habla con tu hijo sobre la consulta. Pregúntale cómo se sintió y si tiene alguna pregunta.
- Sigue las instrucciones del doctor cuidadosamente. Si tu hijo necesita anteojos o tratamiento, asegúrate de seguir esa ruta al pie de la letra.
- Programa citas de seguimiento según las indicaciones. Es importante que tu hijo continúe con revisiones oftalmológicas regulares para garantizar una visión saludable.
¿Qué debo esperar de la primera consulta oftalmológica de mi pequeño?
Ir a revisar tus ojos desde pequeño es un ejercicio saludable porque en primer lugar podrás detectar de forma temprana cualquier patología que pueda afectar su vista, calidad de vida y salud general a corto y largo plazo, y de la misma manera, estarás dándole a tu hijo un mensaje sobre la importancia de cuidar sus ojos, sembrando la semilla del hábito de sus visitas habituales.
Ahora, de esta primera consulta debes salir con resultados concretos, que son:
- Resultado de su examen de agudeza visual para detectar algún problema de refracción. Si es así, lo más probable es que el doctor recete el uso de gafas.
- Si tu niño fue sometido a la dilatación de su pupila, sentirá cierta incomodidad en la vista y sus ojos por algunas horas. Toma medidas para hacerlo más llevadero.
- Si el médico detecta alguna patología en particular, seguramente recetará medicamento y pedirá exámenes adicionales.
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Algunos tips para no perder de vista cuando llevas niños al oftalmólogo
- Al elegir al oftalmólogo pediatra que atenderá a tu pequeño, verifica sus credenciales y experiencia, busca recomendaciones y asegúrate de que ve en una clínica con todo el equipamiento necesario.
- Lleva a la consulta todo el historial médico de tu pequeño, para que así el oftalmólogo pueda tener un panorama general y preciso del paciente.
- Otra información importante que debes compartir son los antecedentes familiares de enfermedades visuales.
- Prepara una lista de preguntas, especialmente si tu hijo está presentando situaciones particulares relacionadas con la vista.
- Recuerda que la primera consulta oftalmológica de tu hijo es una oportunidad importante para detectar y abordar cualquier problema visual temprano, así que aprovecha el tiempo al máximo y no te limites de manifestar ninguna inquietud. El profesional está para ayudarte.
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