¿Por qué son importantes las revisiones previas a la cirugía ocular?

Oct 7, 2024 12:33:19 PM

La salud visual es un aspecto fundamental para mantener una buena calidad de vida. La visión nos conecta con el mundo que nos rodea, y cuando se presentan problemas visuales graves, la cirugía ocular puede ser una solución efectiva. 

Sin embargo, antes de someterse a cualquier procedimiento quirúrgico, es crucial realizar una evaluación exhaustiva de los ojos mediante revisiones previas. Estas revisiones garantizan el éxito de la intervención y minimizan los riesgos y aseguran que la salud general del paciente esté en condiciones óptimas.

En este artículo, exploraremos la importancia de las revisiones previas antes de una cirugía ocular, qué se puede esperar durante estas evaluaciones, y cómo en Clofán, tenemos como prioridad ofrecerte un cuidado integral que te dé seguridad y confianza en cada etapa de tu tratamiento.

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  1. Evaluación detallada de la salud ocular

Las revisiones previas a una cirugía ocular son esenciales para entender el estado completo de tus ojos. En la consulta inicial, el especialista en oftalmología realizará diversas pruebas para evaluar tanto la estructura como la función ocular:

  • Medición de la agudeza visual: Este examen evalúa la capacidad de los ojos para ver objetos a diferentes distancias.
  • Examen de refracción: Determina el grado de miopía, hipermetropía, astigmatismo o presbicia que puedas tener, y si tu graduación está estabilizada, un aspecto crucial antes de la cirugía refractiva.
  • Exploración del fondo de ojo: Aquí se examina el estado de la retina, el nervio óptico y los vasos sanguíneos. Es vital para detectar enfermedades como la retinopatía diabética o el desprendimiento de retina, las cuales deben tratarse antes de cualquier intervención.
  • Topografía corneal: Mide la curvatura de la córnea y es esencial para cirugías como la de cataratas o la refractiva (LASIK o PRK).

Conoce el testimonio de Daniela Silva, paciente de la cirugía refractiva con  técnica PRK 


  • Prueba de presión intraocular: Se realiza para descartar la presencia de glaucoma, una enfermedad que puede afectar la presión dentro del ojo y el nervio óptico.

Sin una evaluación exhaustiva de la salud ocular, el oftalmólogo no puede determinar si el paciente es un buen candidato para la cirugía o si existen condiciones previas que deben ser tratadas antes de continuar.

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  1. Identificación de factores de riesgo

Cada paciente es único, y su salud general puede influir en el resultado de una cirugía ocular. Las revisiones previas permiten al oftalmólogo identificar factores de riesgo que pueden complicar la cirugía o afectar el proceso de recuperación. Algunos de estos factores incluyen:

  • Diabetes: Esta condición puede afectar la cicatrización y aumentar el riesgo de complicaciones o infecciones después de la cirugía ocular.
  • Hipertensión arterial: La presión arterial elevada puede dificultar el control del sangrado durante la operación.
  • Enfermedades autoinmunes: Algunas condiciones como el lupus o la artritis reumatoide pueden interferir con la capacidad del cuerpo para sanar adecuadamente.
  • Alergias: En especial las alergias a medicamentos, que pueden condicionar el tipo de anestesia o tratamiento postoperatorio.

Al detectar estos factores de riesgo, el oftalmólogo puede ajustar el plan quirúrgico y tomar precauciones adicionales para minimizar cualquier complicación. En Clofán, contamos con un especialistas que trabajan para asegurarse de que todas las condiciones preexistentes sean abordadas adecuadamente.

  1. Personalización del tratamiento

Cada cirugía ocular es diferente, y las revisiones previas permiten personalizar el tratamiento a las necesidades específicas del paciente. Por ejemplo, en una cirugía de cataratas, se puede elegir entre diferentes tipos de lentes intraoculares dependiendo del estilo de vida y las preferencias del paciente. Algunas personas prefieren lentes monofocales, que permiten una visión clara a una distancia, mientras que otras optan por lentes multifocales, que corrigen la visión tanto de cerca como de lejos.

Del mismo modo, en las cirugías refractivas, como el LASIK, es fundamental entender si el grosor de la córnea es adecuado para el procedimiento, o si se debe optar por una técnica diferente, como la PRK, que puede ser más adecuada en ciertos casos.

Además, la evaluación previa ayuda a gestionar las expectativas del paciente. No todas las cirugías garantizan una visión perfecta sin gafas o lentes de contacto, por lo que es importante que el paciente comprenda los posibles resultados y limitaciones de la intervención.

  1. Detección de problemas ocultos

Algunas condiciones oculares no presentan síntomas evidentes en sus primeras etapas. Las revisiones previas permiten detectar problemas ocultos que podrían complicar la cirugía o incluso hacerla inadecuada. Por ejemplo:

  • Glaucoma temprano: Muchas personas no saben que tienen glaucoma hasta que ya han perdido una parte significativa de su visión periférica. Si no se detecta a tiempo, puede avanzar y complicar la cirugía.
  • Queratocono: Esta condición provoca el adelgazamiento progresivo de la córnea y, si no se diagnostica antes de una cirugía refractiva, puede empeorar significativamente después de la operación.
  • Degeneración macular: Esta enfermedad afecta la retina y, si no se detecta previamente, puede limitar los resultados visuales tras una cirugía ocular.

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El diagnóstico temprano de estas y otras afecciones es crucial para modificar el plan de tratamiento o decidir si se debe posponer la cirugía hasta que se traten primero las condiciones subyacentes.

  1. Reducción del riesgo de complicaciones postoperatorias

Las complicaciones postoperatorias son uno de los mayores temores de los pacientes que se someten a cirugías oculares. Sin embargo, muchas de ellas pueden evitarse con una revisión previa adecuada. Las infecciones, la inflamación o el rechazo de lentes intraoculares son algunas de las complicaciones que pueden surgir después de una operación, y muchas veces están relacionadas con la falta de preparación o una evaluación insuficiente antes de la intervención.

El seguimiento de la salud ocular antes de la cirugía permite que el oftalmólogo identifique cualquier signo de infección, inflamación o sequedad ocular, que podrían aumentar el riesgo de complicaciones después de la cirugía.

  1. Planificación del postoperatorio

El cuidado postoperatorio es tan importante como la propia cirugía. Durante las revisiones previas, el oftalmólogo discutirá contigo el plan de seguimiento que debes llevar después de la operación. Esto incluye el uso de gotas antibióticas y antiinflamatorias, las restricciones en actividades físicas y la importancia de asistir a los controles periódicos.

Además, se te proporcionarán indicaciones específicas sobre cómo proteger tus ojos durante el proceso de recuperación, como el uso de gafas protectoras o evitar frotar los ojos.

En conclusión, las revisiones previas a una cirugía ocular son indispensables para garantizar la seguridad y el éxito del procedimiento. Estas evaluaciones no solo permiten al oftalmólogo personalizar el tratamiento, sino que también ayudan a detectar posibles complicaciones y a tomar medidas preventivas. 

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