El impacto de la hipermetropía en los niños: Cómo tratarla a tiempo

Escrito por Clofán | Aug 6, 2024 11:01:42 PM

La hipermetropía es un trastorno común que afecta a personas de todas las edades, incluidos los niños. Se caracteriza por la dificultad para percibir objetos cercanos con claridad, mientras que los distantes pueden verse con mayor nitidez. La hipermetropía en los niños tiene un impacto negativo, afectando el desarrollo de sus actividades diarias. 

Los niños dependen en gran medida de su visión para explorar el mundo que los rodea, aprender nuevas habilidades y participar en diversas actividades. La capacidad de ver claramente es fundamental para el desarrollo cognitivo, emocional y social de un niño. Sin embargo, cuando experimentan dificultades para ver objetos cercanos, puede surgir un desafío significativo: cómo tratar la hipermetropía a tiempo.

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La hipermetropía en los niños puede pasar desapercibida durante un tiempo, ya que los síntomas pueden ser sutiles o confundirse con otras afecciones visuales. Los padres y cuidadores a menudo pueden vincular algunas señales iniciales de esta enfermedad, como entrecerrar los ojos o frotarlos con frecuencia, a la fatiga o al cansancio. Sin embargo, es muy importante estar atento a estas señales y buscar atención profesional para garantizar una detección temprana y un tratamiento adecuado.

En este artículo, te contaremos cuál es el impacto de la hipermetropía en los niños, y la importancia de su diagnóstico y tratamiento oportuno. También te daremos algunos consejos prácticos sobre cómo abordar este trastorno visual en pequeños. 

¿Qué es la hipermetropía y cómo afecta a los niños?

La hipermetropía ocurre cuando el ojo es más corto de lo normal o cuando la córnea tiene una curvatura más plana de lo habitual. Esto hace que los rayos de luz se enfoquen detrás de la retina y no directamente sobre ella, lo que resulta en una visión borrosa de objetos cercanos. 

En los niños, esta enfermedad puede manifestarse de diversas formas, como dificultad para leer, dolores de cabeza frecuentes, fatiga ocular y otros, afectando significativamente su calidad de vida y el desarrollo de algunas actividades. Veamos algunos ejemplos: 

Impacto en su desarrollo y aprendizaje

La hipermetropía no tratada puede afectar significativamente el desarrollo y el aprendizaje de un niño. La visión borrosa de cerca puede dificultar la lectura y la escritura, disminuyendo su rendimiento académico y en algunas ocasiones, generando problemas de autoestima. 

Los niños con hipermetropía pueden evitar actividades que requieren esfuerzo visual cercano, lo que limita sus oportunidades de aprendizaje y exploración. Además, la fatiga ocular causada por la hipermetropía puede dificultar la concentración y la atención en el aula, lo que afecta aún más el rendimiento académico.

Impacto en la participación social y actividades físicas

La hipermetropía también puede afectar la participación social y las actividades físicas de un niño. La visión borrosa de cerca puede dificultar la interacción con compañeros de clase, ya que el niño presentaría dificultades para ver detalles o participar en actividades que requieran un enfoque cercano.

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Además, los niños con hipermetropía suelen enfrentar desafíos en actividades deportivas que requieren una buena visión de cerca, como el baloncesto o el béisbol. Esto puede afectar su confianza y su capacidad para participar plenamente en actividades recreativas y sociales.

Importancia del diagnóstico y tratamiento temprano de la hipermetropía en niños

Es fundamental diagnosticar y tratar la hipermetropía en los niños lo antes posible para minimizar sus efectos adversos. Los exámenes visuales regulares son indispensables para detectar problemas de visión, incluida la hipermetropía, en etapas tempranas. Los pediatras y oftalmólogos pueden realizar pruebas de detección de la vista en niños desde una edad temprana para identificar cualquier anomalía visual.

El tratamiento de la hipermetropía en los niños puede incluir el uso de anteojos o lentes de contacto para corregir y ayudarles a enfocar la luz correctamente en la retina, mejorando así la visión de cerca. En algunos casos, la terapia de visión o la ortoqueratología pueden ser opciones de tratamiento adecuadas.

La terapia de visión consiste en ejercicios específicos diseñados para fortalecer los músculos oculares y mejorar la coordinación entre los ojos, mientras que la ortoqueratología implica el uso de lentes de contacto especiales durante la noche para remodelar temporalmente la córnea y mejorar la visión durante el día.

En casos más graves de hipermetropía, puede ser necesaria la cirugía refractiva, como la cirugía LASIK, para corregir el problema de manera permanente. Sin embargo, la cirugía refractiva generalmente se considera como último recurso y se reserva para casos en los que otros métodos de tratamiento no han sido efectivos.

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Consejos para padres y cuidadores 

Los padres y cuidadores juegan un papel fundamental en el cuidado de la salud visual de sus hijos, y la detección y tratamiento oportunos de la hipermetropía son aspectos esenciales de este cuidado. Aquí hay algunos consejos prácticos que pueden ayudar a los padres y cuidadores a abordar este problema:

  1. Educarte sobre los signos y síntomas

Es importante que los padres estén informados sobre los posibles signos y síntomas de la hipermetropía en los niños. Esto puede incluir observar si el niño entrecierra los ojos al mirar objetos cercanos, si se queja de dolores de cabeza frecuentes después de realizar actividades que requieren esfuerzo visual cercano, o si muestra dificultad para mantener la atención durante períodos prolongados de lectura o escritura.

  1. Realizar exámenes visuales con frecuencia:

Programar exámenes de la vista regulares con un oftalmólogo pediátrico es fundamental para detectar los posibles problemas de visión, incluida la hipermetropía, en etapas tempranas. Los niños deben someterse a su primer examen de la vista entre los 6 meses y 1 año de edad, seguido de exámenes anuales o según lo recomiende el oftalmólogo.

  1. Observar el comportamiento del niño:

Los padres deben prestar atención al comportamiento visual de sus hijos en todas las situaciones: cuando están haciendo sus tareas escolares, jugando o interactúan con otros niños. Observar el comportamiento del niño en cada momento, puede ayudar a identificar posibles problemas de visión, como la hipermetropía.

  1. Fomentar hábitos saludables de vida visual:

Promueve hábitos saludables que protejan la vista de tus hijos, como limitar el tiempo frente a pantallas digitales, asegurarse de que haya una iluminación adecuada al leer y estudiar, y alentar descansos frecuentes durante actividades que requieran esfuerzo visual cercano. 

También es importante que desde pequeños los eduques sobre la importancia de mantener una postura adecuada al leer o usar dispositivos electrónicos para ayudar a prevenir la fatiga ocular y otros problemas visuales relacionados.

  1. Comunicarte con sus docentes y otras personas que estén a su cargo

Mantén una comunicación constante con maestros y el personal escolar sobre cualquier preocupación relacionada con la visión de tu hijo. Esto puede incluir solicitar adaptaciones en el aula, como asientos cerca del pizarrón o tiempo adicional para completar tareas escritas, para ayudar al niño a participar plenamente en el proceso educativo.

  1. Buscar ayuda profesional cuando sea necesario: 

Si notas algún signo que pueda relacionarse con problemas de visión, busca ayuda inmediata de un profesional para obtener un diagnóstico preciso y discutir opciones de tratamiento adecuadas. Los oftalmólogos pediátricos están capacitados para evaluar y tratar problemas de visión en niños y pueden ofrecer orientación personalizada sobre el mejor curso de acción para cada caso.

Al seguir estos consejos y mantener una vigilancia activa sobre la salud visual de sus hijos, los padres y cuidadores desempeñan un papel fundamental en la detección temprana y el tratamiento efectivo de la hipermetropía, asegurando así que sus hijos tengan una visión clara y sin obstáculos para alcanzar su máximo potencial en la escuela y en la vida.

En conclusión, la hipermetropía es un trastorno visual común que puede tener un impacto significativo en la vida diaria de los niños si no se detecta y trata a tiempo. Sin embargo, con una detección temprana y un tratamiento adecuado, los niños con hipermetropía pueden disfrutar de una visión clara y sin obstáculos para alcanzar su máximo potencial.

Los padres tienen un papel muy importante en el desarrollo y la salud visual de los pequeños; al ejercer una supervisión dinámica sobre su comportamiento en tareas habituales, realizar chequeos periódicos y estar alerta a las señales y manifestaciones de la hipermetropía, los padres pueden aportar significativamente para asegurar que sus hijos reciban la atención requerida para corregir esta afección ocular.


En última instancia, al identificar la hipermetropía en los niños de manera oportuna y efectiva, podemos buscar las herramientas necesarias para ayudarlos a explorar el mundo que los rodea, aprender nuevas habilidades, participar plenamente en actividades educativas y sociales, y alcanzar su máximo potencial en todos los aspectos de la vida.