El glaucoma es una enfermedad de mucho cuidado ya que es una de las principales causas de ceguera en las personas mayores de 60 años. ¡Pero no te asustes! si la detectas a tiempo y la tratas puedes prevenir sus secuelas y detenerlo.
En este video te contamos qué es el glaucoma:
El glaucoma de ángulo cerrado también es conocido como glaucoma de ángulo estrecho y se debe a que el iris bloquea el ángulo de drenaje del ojo. Este bloqueo hace que la presión ocular comience a aumentar y se genere el glaucoma. Algunas veces este se inicia con un cierre gradual o crónico del ángulo, y luego tienen un ataque agudo o repentino de cierre completo del ángulo. En los casos que el bloqueo ocurre repentinamente, se llama ataque agudo. En cambio, si se genera poco a poco, se llama ángulo cerrado crónico.
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En caso de que se presente glaucoma de ángulo cerrado agudo el paciente debe ir de urgencias para que el oftalmólogo lo atienda de inmediato. Si no recibe una atención oportuna hay altas posibilidades de que pierda la vista.
Por lo general, quienes tienen menos de 40 años no tienen ángulos estrechos. Pero al pasar el tiempo, el cristalino va creciendo y hay posibilidades de que empuje el iris hacia delante, lo cual puede afectar el ángulo.
El glaucoma de ángulo cerrado puede surgir debido a factores hereditarios, edad avanzada y el origen étnico. Por ejemplo, los asiáticos tienen un mayor riesgo de presentarlo.
El glaucoma de ángulo cerrado se puede manifestar con estos síntomas:
Para el diagnóstico correcto del glaucoma de ángulo cerrado se debe hacer un examen, el cual por lo general detecta la hiperemia conjuntival, una córnea nebulosa, pupila fija de tamaño mediano e inflamación de la cámara anterior. Esto indica que la visión se está perdiendo y la presión intraocular por lo general está entre 40 y 80 mmHg.
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De acuerdo al tipo de glaucoma de ángulo cerrado se hace el diagnóstico:
Agudo: medición de la presión intraocular y hallazgos clínicos.
Crónico: gonioscopia que detecta anomalías en el nervio óptico y en el campo visual. También se pueden diagnosticar sinequias anteriores periféricas.
Es clave que el tratamiento se haga lo más pronto posible porque la visión puede desaparecer paulatinamente hasta que el afectado quede ciego. Para evitar esto se medican varios fármacos que pueden ser gotas de timolol, pilocarpina, brimonidina o acetazolamida por vía oral (cuando los pacientes tienen náuseas). También se puede medicar un agente osmótico, como glicerol o manitol. Es importante ir evaluando la respuesta del tratamiento midiendo la presión intraocular.
Existe un procedimiento llamado iridotomía periférica que cura completamente este tipo de glaucoma. Se hace mediante láser para abrir otra vía en la que el líquido pueda drenarse y pasar de la cámara posterior a la anterior. Se puede hacer cuando la córnea está transparente y ha bajado su inflamación.
Hay pacientes que pueden sanar casi inmediatamente después del procedimiento, en otros casos pueden tardar de uno a dos días. Se recomienda hacer el tratamiento en ambos ojos (así no se haya presentado el glaucoma en alguno de estos).
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