Durante la época navideña, la mesa se llena de platos tradicionales que, si se eligen adecuadamente, pueden aportar beneficios a la salud visual. Alimentos como las ensaladas frescas con zanahoria, espinaca o pimentón, aportan vitamina A y carotenoides, fundamentales para la función de la retina.
El pescado, presente en algunos menús navideños, es fuente de ácidos grasos omega-3, esenciales para la salud de la mácula, la parte del ojo responsable de la visión central. Las frutas como la papaya, el mango y la naranja, frecuentes en postres y jugos, contienen vitamina C, que ayuda a proteger los ojos del daño oxidativo.
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Los antioxidantes como la luteína, la zeaxantina y la vitamina E, presentes en verduras de hojas verdes, maíz y frutos secos, son fundamentales para prevenir enfermedades oculares relacionadas con la edad, como las cataratas y la degeneración macular.
Consumir nueces, almendras y semillas, aparte de ser una opción deliciosa en fiestas, aporta vitamina E, que protege las células oculares del estrés oxidativo. Incluir estos alimentos en la dieta navideña ayuda a fortalecer la barrera natural de protección de los ojos.
Es común que los platos navideños sean ricos en grasas, azúcares y harinas refinadas, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades metabólicas que afectan la salud ocular, como la diabetes. Para equilibrar el menú, se recomienda acompañar platos principales con ensaladas coloridas y limitar el consumo de salsas cremosas o fritos.
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Opta por métodos de cocción como el horneado, el vapor o la parrilla, que reducen el uso de aceites y mantequillas. Así, se puede disfrutar de las tradiciones gastronómicas sin comprometer la salud visual.
El consumo excesivo de alimentos ultraprocesados, altos en grasas saturadas y azúcares, puede aumentar la inflamación y el estrés oxidativo, factores de riesgo para sufrir daños en la retina y empeoramiento de enfermedades oculares.
Otro error frecuente es descuidar la hidratación. Las bebidas alcohólicas y azucaradas predominan en las fiestas, pero no sustituyen al agua. La deshidratación puede provocar sequedad ocular e incomodidad visual, especialmente en ambientes cerrados y con aire acondicionado.
Incluye siempre una fuente de vegetales frescos en cada comida. Prioriza frutas y verduras de colores intensos, que son indicativos de alto contenido de antioxidantes.
Modera las porciones de carnes rojas y embutidos, prefiriendo el pavo, pescado o pollo preparados al horno. Acompaña tus platos con agua o jugos naturales sin azúcar añadida y limita los postres muy dulces.
Recuerda que cuidar tu visión también es un acto de amor propio durante la Navidad.
Finalmente, consulta regularmente a tu oftalmólogo para detectar a tiempo cualquier alteración visual y mantén hábitos saludables durante todo el año.
Desde Clínica Clofán te invitamos a disfrutar de una Navidad consciente, donde la salud ocular sea protagonista en cada celebración.
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