Si estás acá es porque quieres saber cómo se ve un ojo con glaucoma, ¿verdad? Pero antes de mostrarte te contamos que este se debe a varias enfermedades que pueden dañar al nervio óptico del ojo, por lo tanto, si la padeces podrás ir perdiendo la visión paulatinamente. No obstante, si lo detectas a tiempo y agendas una cita con un especialista, puedes evitar una posible pérdida en la visión.
Para que lo entiendas mejor, al frente del ojo hay un espacio llamado cámara anterior en el que hay un líquido que entra y sale de ahí para alimentar los tejidos. El líquido sale y se une a la córnea e iris y al llegar al ángulo fluye a través de una red o malla esponjosa, parecida a un colador, y entonces sale del ojo.
En ocasiones este líquido pasa muy lento y entonces aumenta la presión dentro del ojo hasta llegar a un nivel en que puede dañar al nervio óptico.
En la mayoría de los casos de glaucoma, este líquido se produce en mayor cantidad o se drena muy lentamente. Mientras se acumula, la presión ocular se incrementa. Si no se controla esta presión, puede dañar el nervio óptico y otras partes del ojo, lo cual puede ocasionar la pérdida de la visión irreversible.
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Es probable que al inicio, sus síntomas se manifiesten con visión borrosa, dolores de cabeza leves o dolor en el ojo, pero la apariencia del ojo no cambie mucho. Sin embargo, al pasar el tiempo pueden presentarse señales más claras y algunas pueden afectar su apariencia:
Dolor intenso en la frente y los ojos.
En un estado avanzado la pupila e iris pueden verse más opacos o cubiertos por una capa tenue grisácea o blanca.
Ojos rojos.
Visión borrosa.
Pérdida parcial de la vista.
Náuseas
Vómito
Se ven más destellos o halos de luz
Dolor de cabeza
En casos alarmantes se puede presentar sangrado
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Así se ve un ojo con glaucoma:
Existen algunas gotas que ayudan a controlar y evitar los síntomas del glaucoma. Sin embargo, también pueden causar algunos efectos secundarios tales como:
Crecimiento anormal de las pestañas.
Cambios en el color de los ojos, en la apariencia de la piel alrededor de los mismos o los párpados.
Rasquiña o picazón.
Piel y ojos rojos.
Cambios en tu frecuencia cardíaca.
Visión borrosa.
Menos energía.
Aceleración en la respiración.
Boca reseca.
Más allá de saber cómo se ve un ojo con glaucoma, lo importante es que detectes sus síntomas a tiempo y que agendes una cita con especialistas para obtener un diagnóstico certero y un tratamiento adecuado.