El cuerpo de la mujer gestante es un territorio de cambios en ebullición. No solamente por el bebé que está formándose en su vientre, sino también por muchas otras cosas. Todos sus sistemas están adaptándose a la particular condición de crear una nueva vida, y eso obviamente influye en cómo circula su sangre, en cómo crece su cabello, cómo digiere la comida, cómo siente los aromas y también en cómo ve al mundo que le rodea. Si estás embarazada, sabes de lo que te hablamos. ¡Es una época increíble!
Tus ojos también viven intensamente el embarazo, y de eso queremos hablarte en este artículo. Hagamos un breve recorrido por los cambios en la visión durante el embarazo, y conoce algunos tips para proteger tu salud visual mientras esperas a tu pequeñito. ¡Vamos a ello!
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Cambios en la visión durante el embarazo: qué puede influir
Te mencionaremos 5 situaciones que influyen directamente en los cambios en la visión durante el embarazo. Echa un vistazo porque es mucho lo que puedes hacer para mitigar los factores de riesgo.
Cambios hormonales
Los cambios hormonales durante el embarazo pueden tener un impacto importante en la salud visual de la mujer embarazada. Estas son algunas de las maneras en que los cambios hormonales pueden afectar la visión:
- Fluctuaciones en la refracción: Las hormonas como el estrógeno y la progesterona, que aumentan significativamente durante el embarazo, pueden alterar el grosor y la curvatura de la córnea. Esto puede llevar a cambios temporales en la visión, como visión borrosa o miopía. La visión suele volver a la normalidad después del parto.
- Sequedad ocular: El embarazo puede alterar la composición y la producción de lágrimas debido a los cambios hormonales, provocando sequedad ocular. Esto puede resultar en una sensación de picazón, ardor o como si hubiera algo en el ojo, y puede hacer que el uso prolongado de pantallas o la lectura sean más incómodos.
- Aumento de la presión intraocular: Los cambios hormonales también pueden influir en la presión dentro del ojo. Cualquier cambio de este tipo necesita ser monitorizado, ya que podría tener implicaciones para condiciones como el glaucoma.
Retención de líquidos
La retención de líquidos puede influir notablemente en los cambios en la visión durante el embarazo. Estas son algunas de las maneras:
- Cambio en la forma de la córnea: El aumento de líquidos en el cuerpo puede causar que la córnea se hinche ligeramente, afectando temporalmente la visión y provocando miopía transitoria o visión borrosa. La visión generalmente retorna a la normalidad después del parto.
- Presión intraocular: La retención de líquidos puede aumentar la presión dentro del ojo, lo que podría complicar condiciones existentes como el glaucoma o incluso provocar síntomas en personas que no habían experimentado problemas oculares previos.
- Incomodidad y sequedad ocular: El exceso de líquidos también puede afectar las glándulas lagrimales y la producción de lágrimas, causando ojos secos, irritación y una sensación de cuerpo extraño en el ojo, lo cual puede ser particularmente incómodo durante el uso de pantallas o la lectura.
Cambios en el flujo sanguíneo
Durante la gestación, los cambios en el flujo sanguíneo pueden tener varias repercusiones en la salud visual. Estos son algunos de los efectos más comunes:
- Cambios en la presión intraocular: El aumento del volumen sanguíneo y los cambios en la circulación pueden afectar la presión dentro de los ojos, esto puede tener implicaciones para condiciones oculares preexistentes, como el glaucoma.
- Desarrollo o exacerbación de la retinopatía diabética: En mujeres con diabetes preexistente, los cambios en el flujo sanguíneo durante el embarazo pueden acelerar el desarrollo de la retinopatía diabética, una condición que daña los vasos sanguíneos de la retina y que debe tenerse en control.
- Hipertensión y preeclampsia: El embarazo puede inducir o exacerbar la hipertensión, lo cual a su vez puede llevar a la preeclampsia. Esta condición debe ser monitoreada de cerca.
Condiciones preexistentes
El embarazo puede impactar en varias condiciones oculares preexistentes, a menudo exacerbándolas debido a los cambios hormonales, circulatorios y de fluidos que ocurren durante este periodo. Ya te contamos sobre algunas en los puntos anteriores. Veamos un poco más:
- Glaucoma: Aunque algunos estudios sugieren que la presión intraocular puede disminuir durante el embarazo, las fluctuaciones en los niveles hormonales pueden complicar la gestión del glaucoma. Además, algunas medicaciones utilizadas para tratar esta condición pueden no ser seguras durante el embarazo, lo cual requiere un ajuste en el tratamiento.
- Retinopatía diabética: Ya lo dijimos, en mujeres con diabetes, el embarazo puede acelerar la progresión de la retinopatía diabética. Si es tu caso, no pases por alto las visitas regulares al consultorio oftalmológico.
- Miopía: El embarazo puede inducir o exacerbar la miopía debido a cambios en la curvatura y el grosor de la córnea, así como a cambios en la refracción del ojo. Estos cambios suelen ser temporales y se resuelven después del parto.
- Síndrome de ojo seco: Los cambios hormonales pueden afectar las glándulas que producen lágrimas, resultando en ojos secos, irritación y discomfort, particularmente en mujeres que ya sufren de esta condición.
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5 tips para cuidar la salud visual de la mujer gestante
Veamos ahora cómo podemos mantener a raya los cambios en la visión durante el embarazo, especialmente los síntomas molestos:
- Alimentación: Para cuidar tu salud visual durante el embarazo, es fundamental incorporar alimentos ricos en nutrientes específicos que favorezcan la visión. Asegúrate de incluir alimentos que contengan vitamina A, como zanahorias, batatas y espinacas. Los ácidos grasos omega-3, encontrados en altas concentraciones en el pescado graso como el salmón y las sardinas, son esenciales no solo para el desarrollo cerebral del bebé, sino también para prevenir la sequedad ocular. Además, los alimentos ricos en antioxidantes como los arándanos, los pimientos y las naranjas ayudan a proteger los ojos del estrés oxidativo. Incluir estas opciones saludables puede contribuir significativamente al bienestar general de tus ojos durante el embarazo.
- Hidratación: Toma suficiente agua durante el día, la recomendación general es unos dos litros (esto puede incluir infusiones, jugos naturales y bebidas inócuas. Evita gaseosas o jugos empaquetados que suelen ser altos en azúcar y químicos). Al estar hidratada favoreces la circulación sanguínea y evitas la retención de líquidos. Esto redunda en tu salud ocular y también en tu bienestar general.
- Actividad física: Ejercitarse regularmente mejora la circulación sanguínea, lo que, como ya dijimos, beneficia a los ojos al reducir el riesgo de problemas visuales asociados a condiciones como la hipertensión y la diabetes gestacional. Además, el ejercicio ayuda a controlar el peso y reduce el riesgo de desarrollar preeclampsia, una condición que puede afectar seriamente la visión. También actúa como un eficaz reductor del estrés, lo cual es fundamental durante esta época, ya que el estrés prolongado puede deteriorar la salud ocular. Consulta con tu médico antes de iniciar cualquier programa de ejercicios para asegurarte de que sea seguro y adecuado para tu condición particular.
- Uso de pantallas: Durante el embarazo es aconsejable moderar el uso de pantallas, como computadoras, tablets y teléfonos, debido a varias razones relacionadas con la salud física y ocular. La exposición prolongada a las pantallas puede llevar a la fatiga ocular, sequedad e irritación de los ojos, problemas que se pueden intensificar debido a los cambios hormonales durante el embarazo que afectan la lubricación de los ojos. Además, el uso excesivo de pantallas puede contribuir a un sueño de menor calidad, y eso es vital para un embarazo saludable. Por estas razones, te recomendamos limitar el tiempo frente a la pantalla, hacer pausas frecuentes para descansar los ojos y ajustar la configuración de brillo y contraste para minimizar la tensión ocular. Además, una regla general que, verás, puede hacerte mucho bien, es evitar las pantallas en la primera hora luego de despertar, una hora antes de dormir y durante las comidas.
- Visitas regulares al consultorio oftalmológico: Así como al menos una vez al mes visitas a tu obstetra para controlar el crecimiento de tu bebé, para mantener a raya los cambios en la visión durante el embarazo la recomendación general es visitar a tu oftalmólogo al menos una vez cada trimestre durante los 9 meses de gestación. El especialista podrá detectar a tiempo cualquier condición irregular, revisar la salud general de tus ojos, ver si la fórmula oftálmica de tus lentes necesita algún cambio y más. ¡No lo pases por alto!
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