La ptosis, también llamada párpado caído, ocasiona que uno o ambos párpados caigan sobre el ojo impidiendo la visión normal.
Esta afección puede ser hereditaria, aparecer desde la infancia o en la vida adulta. Sin embargo, la ptosis de nacimiento o desarrollada en la niñez suele tener más implicaciones negativas.
Durante los primeros años de vida es común que la ptosis traiga consigo ambliopía. Esta enfermedad visual, aparece cuando uno de los ojos no se desarrolla normalmente y el resultado es una visión deficiente.
Si la ambliopía no se trata durante la infancia, en un futuro puede ocasionar una pérdida total de la visión.
La ptosis puede ser causada por debilidad o lesiones en el músculo del párpado o por el proceso normal de envejecimiento. Durante la edad adulta la piel va perdiendo su firmeza y los párpados no se salvan de este proceso.
Otras posibles causas de la ptosis
Padecimiento de tumores oculares
Accidentes cerebrovasculares o trastornos neurológicos
Diabetes
Síndrome de Horner (trastorno que afecta los nervios que van al ojo y al rostro)
El tratamiento de esta afección consiste en la blefaroplastia. Este procedimiento quirúrgico mejora la apariencia del párpado y de esta manera amplía el campo de visión.