Hoy te contamos cuáles son las lesiones oculares más comunes y cómo puedes prevenirlas.
Creerás que las lesiones oculares son sucesos que pasan de vez en cuando. Sin embargo, te sorprenderá saber que son bastante comunes. Y, sobre todo, que la mayoría de accidentes oculares ocurren en casa. Una partícula que entró a tu ojo mientras martillabas, el contacto con algún químico, quemaduras, equivocación de gotas, entre otras situaciones que pueden afectar tu visión.
A continuación, te contamos cuáles son las más frecuentes y qué debes hacer en caso de que ocurran:
Los “sucios” en los ojos son muy comunes. Pestañas, arena, insectos, lanas, maquillaje, polvo, entre otros, pueden entrar a tu ojo y generar molestias. Generalmente, el mismo ojo se limpia mediante el lagrimeo. Sin embargo, existen partículas que se adhieren a las partes internas del párpado. Si empiezas a rascarte, lo más seguro es que empeores el problema y que puedas hacerle daño a tu córnea.
Evitar los cuerpos extraños en el ojo es relativamente sencillo. Lo primero que debes tener en cuenta es el uso de gafas protectoras. Mientras martillas, mientras vas en moto o en bicicleta, mientras estás en lugares con mucho viento y demás situaciones que hagan más factible que una partícula extraña ingrese a tus ojos.
Si acostumbras abrir tus ojos bajo el agua y sin protección, es hora de que dejes de hacerlo. Como seguro lo has experimentado, después de estar en el mar o en la piscina tus ojos se irritan debido a que la característica química de esas aguas es muy diferente a la de la superficie de tus ojos. Esta condición, además de generarte incomodidad en ese momento, también te hace más propenso a adquirir infecciones que si no se tratan adecuadamente pueden dañar tu visión.
Recuerda siempre usar gafas protectoras de buena calidad que impidan el paso del agua. Por ningún motivo nades con lentes de contacto puestos y recuerda hidratar tus ojos con las gotas que tu oftalmólogo te recomiende.
Los rasguños en el ojo pueden ser desencadenados por algún cuerpo extraño. Como te contamos, si te rascas, es posible que lastimes tu córnea. De la misma manera, un golpe o punzada en el ojo también pueden ocasionar heridas, y si el objeto causante es un material vegetal o contaminado con tierra, el riesgo es mayor porque puede ocasionar infecciones por hongos que son más difíciles de tratar.
Este tipo de lesiones se caracterizan por causar enrojecimiento ocular, intolerancia a la luz y dolor. En caso de que sospeches que puedes tener un rasguño en tu ojo, lo mejor que puedes hacer es visitar al oftalmólogo pronto. Una herida en tu ojo puede desencadenar infecciones y, en casos extremos, la pérdida de la visión.
Es más usual de lo que crees y solo un descuido puede llevar a que ese jabón que usas para el piso, el baño o la cocina llegue a tus ojos. También es muy común que al manipular algún químico luego te toques los ojos o incluso que confundas un frasco que contenga algún químico con un frasco de gotas oftálmicas y lo apliques por error. Recuerda que los niños son muy curiosos y pueden abrir frascos que estén a su alcance.
Las lesiones oculares resultantes de este contacto pueden ser graves si no tomas las medidas adecuadas. Lo primero que debes hacer es almacenar adecuadamente los envases que contengan químicos, asegurarte de que estén bien cerrados. Si es un químico fuerte, debes usar gafas de protección. En caso de sufrir algún accidente, debes lavar inmediatamente tus ojos con abundante agua limpia. Si sientes que la molestia no mejora,
debes recurrir al oftalmólogo lo más pronto posible. Algunos químicos pueden quemar tus ojos y ocasionarte lesiones graves.
Por caídas o por peleas, los golpes en los ojos pueden ser solo un moretón o algo más. Si sufres un golpe de este tipo, es esencial que visites al oftalmólogo. A simple vista puedes ver que “no pasa nada”, pero a nivel interno es posible que haya algún daño.
Si sientes que tu visión cambia o el dolor es muy fuerte, acude pronto a un profesional de la salud.
Como ya te contamos, existen múltiples lesiones oculares. Algunas que pueden ser inofensivas, pero otras pueden dañar tu visión de manera irreversible. Para que identifiques cuándo debes visitar al oftalmólogo de inmediato, te contamos algunas señales de alarma:
● Dolor intenso.
● Lagrimeo y/o secreción
● Descoordinación entre ambos ojos con visión doble.
● Visión borrosa
● Se ve sangre en la parte blanca del ojo o hay salida de sangre del mismo.
● Herida evidente en el párpado
● Uno de los ojos se ve más afuera que el otro.
● El tamaño de la pupila es diferente en ambos ojos.
● Después de varias horas, el cuerpo extraño en el ojo no desaparece.
Cuidar tu visión es tan fácil como lastimarla. Por eso, te recomendamos:
● Utilizar gafas que te protejan del polvo, de los rayos UV y de los posibles impactos si entrenas algún deporte o si tu trabajo implica actividades como martillar, estar en sitios contaminados o manipular químicos.
● No automedicarte. Cada vez que usas unas gotas porque le sirvieron a tu vecino, aumentas las probabilidades de empeorar tu enfermedad. Visita al oftalmólogo y no arriesgues tu sentido más importante.
● Haz un adecuado almacenamiento de los frascos que contengan químicos y de objetos punzantes o cortantes, mantenlos fuera del alcance de los niños.
● Evita rascar tus ojos y enséñales a tus hijos a no hacerlo. Es un hábito común y puede desencadenar desde infecciones hasta queratocono. Si necesitas rascarte, procura tener tus manos limpias y hacer movimientos ascendentes y descendentes en tu tabique, no directamente en tus ojos.
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