Un tercio de los niños que acuden a un centro óptico lo hacen por haberse “pasado” con los videojuegos. Cuando esto sucede, el pequeño manifiesta determinados síntomas:
- Dolor de cabeza
- Picor de ojos
- Exceso de lágrimas
- Parpadeo constante
- Fatiga visual
Pero los videojuegos también tienen su parte buena:
- Mejoran la coordinación ojo- mano y los reflejos
- Estimulan la capacidad de reflexión
- Desarrollan la memoria y la visión espacial
- Potencian la atención
- Hacen que el niño se familiarice con el manejo de los ordenadores
Para reducir los perjuicios y maximizar los beneficios conviene:
- Limitar el uso de los videjuegos a una hora al día, a ser posible, no seguida. También se puede limitar el tiempo por partidas
- Jugar con el niño para conocer los pros y contras del juego y evitar que se aísle
- Poner la pantalla en un brillo y contraste intermedio
- Favorecer los videojuegos en pantallas grandes, como la tele o el ordenador, frente a pantallas pequeñas que obligan a forzar más la visión.