Detectar las enfermedades a tiempo ayuda a controlarlas y tener la adecuada prevención, es por esto que en los controles de desarrollo de los niños se han incluido las evaluaciones oculares durante su proceso de crecimiento. La primera revisión de los ojos de los infantes se debe realizar entre el nacimiento y los seis meses, a los tres años la segunda, a los cinco la tercera y la cuarta evaluación a los ocho años para asegurar el correcto desarrollo de los mismos.
Una de las enfermedades más recurrentes que se presenta en los niños es la ambliopía más conocida como “ojo perezoso u ojo vago”, esta patología representa una disminución de la agudeza visual que afecta a los mecanismos neuronales encargados de la visión.
Generalmente, esta patología afecta un solo ojo y se produce como consecuencia de la falta de estimulación visual adecuada durante el período de desarrollo y es por esto que el cerebro no es capaz de procesar los estímulos visuales. Al presentarse una diferencia visual se utiliza únicamente el ojo con mayor capacidad y el otro queda anulado funcionalmente, no obstante esto no afecta la estructura física de este.
En gran parte de los casos la ambliopía está acompañada de un defecto refractivo (miopía, astigmatismo o hipermetropía) o también de estrabismo (ojo bizco), para su tratamiento lo más común es poner un parche en el ojo que tiene buena visión, con el objetivo de estimular las vías neuronales del ojo afectado.l tiempo de uso del tratamiento lo define el oftalmólogo debido a que todo depende de severidad de enfermedad y la edad en que ésta se presente; normalmente puede durar un par de años y se usa el parche durante tres o cuatro horas al día. La ambliopía debe ser tratada antes de los seis años, pues es la fase en que el cuerpo humano se encuentra en proceso de desarrollo y puede curarse.
Para nadie es un secreto que hacer que los niños usen el parche resulta una tarea algo difícil, por eso, es de vital importancia asegurarse que él sepa por qué lo usa, y es preferible que este proceso lo haga en casa.
Nunca lo castigue, ni lo critique porque no coopera con el tratamiento, explíquele a sus docentes la razón de uso para que lo apoyen. El uso del parche debe hacerse mientras el niño está despierto, es el momento en que se estimula su capacidad visual. Recuerde que la responsabilidad del tratamiento depende de los padres.