Además de la importancia de realizar controles anuales de visión, tenemos que ser conscientes de que debemos ser proactivos por nuestra cuenta para proteger nuestros ojos. Eso puede empezar desde casa desde una sana alimentación que ayude a cuidar de ellos.
Seguir una dieta rica en vegetales
De tal modo, seguir una dieta rica en vegetales es la mejor forma de aportar nutrientes y vitaminas a nuestros ojos. Por tanto, aquel refrán “somos lo que comemos” aplica perfectamente para nuestra salud ocular.
La mayoría de las personas han identificado las zanahorias como el vegetal más importante para la salud visual, pero constantemente la espinaca es lo suficientemente ignorada dentro de esta dieta al ser mencionada tan solo un 5% como elemento nutritivo para cuidar de la visión.
Ventajas de la espinaca
Una de sus grandes ventajas, es que puede durar varios días después de ser recolectada; incluso su larga duración supone que sus nutrientes sean del todo aprovechables. En base a eso, la espinaca es una fuente rica de beta caroteno, luteína y xanteno, vitaminas esenciales para la vista. Por ejemplo, al consumir la espinaca cocida, el beta caroteno va directo a los ojos. Así mismo, puede contribuir a las personas que sufren de deficiencia de vitamina A, al tiempo que ayuda a aliviar escozor, úlceras y resequedad en el lagrimal.
Se ha llegado a comprobar incluso que el efecto protector de la espinaca sobre la retina es superior al de la zanahoria gracias a su alto contenido de luteína y zeaxantina, sustancias antioxidantes que protegen las células de la retina. Por ello, al igual que la zanahoria, la espinaca deberá ser un elemento infaltable dentro de tu dieta balanceada para el cuidado de tus ojos.